Animales Fantásticos
Por Martín Coitinho
Mientras escribo esta columna está llevándose a cabo el 40º Festival Internacional de Cine en Montevideo, y no puedo dejar de recomendar buscar en la página de Cinemateca algo para ver.
Está de más decir que a todas luces es un éxito (se han visto funciones agotadas) y que hoy en día ir a Cinemateca es una experiencia totalmente diferente a lo que era hace unos años.
Cinemateca en el edificio de la CAF, a la entrada de la Ciudad Vieja, es un lugar cómodo y moderno donde disfrutar buen cine con las comodidades que exigen los tiempos que corren. En épocas en las que el cine de calidad pierde pantallas, tener este complejo exhibiendo tanto películas nuevas como clásicas es invaluable.
Animales Fantásticos: Los Secretos de Dumbledore
La de “Animales Fantásticos” es una saga extraña. Un híbrido entre la historia de Newt Scamander (el autor ficticio del libro ambientado en el mundo mágico) y una precuela de Harry Potter, con el pasado de Dumbledore y su enfrentamiento con Grindelwald.
El resultado es desparejo. La primera de las películas salía bastante bien parada centrándose en Newt, pero la segunda es pura exposición. Esta tercera película está en el medio, y cuenta con una segunda mitad más centrada en la acción.
A favor tiene las actuaciones. Eddie Redmayne (Newt), Dan Fogler (Jacob, el corazón de la serie), Jude Law (Dumbledore) y el recientemente incorporado Mads Mikkelsen (Grindelwald, en un papel originado por Johny Depp) están todos muy bien y son muy creíbles. En el caso de Dumbledore, el mayor acierto de la historia sea, quizás, desnudar la soledad que acompaña al personaje desde siempre, hacerla explícita.
Pero no termina de quedar claro para quién es la película. Claramente no es para niños (el público objetivo de las primeras de Potter), porque su trama es tremendamente política y puede resultar confusa y aburrida. Para el público en general tampoco queda muy claro. Es casi una ironía, pero a esta serie le falta magia.
La dirección de David Yates no aporta mucho (es un director correcto, pero que no eleva el material), y sí hay un buen diseño de producción, y la música juega a favor.
Pero, al final del día, es difícil no quedarse con gusto a poco y con la sensación de que esta historia estaría mejor contada en libros que en el cine.
