Arana es Montevideo y Montevideo es tu casa
Por María Julia Muñoz
Es muy difícil no ser reiterativa al escribir sobre Mariano Arana.
De sus múltiples cualidades no voy a hablar ya se ha dicho mucho.
Diré lo que significó para mí.
Fue un despertar a conocer, vivencial y amar a Montevideo. Con sus luces y sus sombras , pero sobretodo con su gente.
Con Mariano comprendí que Montevideo es la casa de todos y todas las y los uruguayos que se debe al país todo y debe estar abierta a todos.
Que el arte, el teatro, la música, la ópera, el carnaval son para el goce y el disfrute del pueblo todo. Mariano nos enseñó a apreciar todas las manifestaciones artísticas y a respetar a los creadores.
A valorar los barrios y su rico entramado social.
Mariano recorría 36 veces por año con todos sus directores las Asambleas que se organizaban en los 18 centros comunales zonales. Allí escuchaba la opinión y las necesidades de los vecinos planteando con su habitual franqueza que se podía y que no llevar adelante. Destacó siempre la discriminación de Montevideo en el financiamiento de las obras de saneamiento y luchó para que Montevideo fuera de las ciudades más saneadas de América. ¡Cómo lucho por el saneamiento lo hizo por la recuperación de la ciudad vieja, por la densificación de la ciudad en Barrios donde se tienen todos los servicios! Con la misma pasión vio la necesidad de una rambla en el Cerro, de la Sala Zitarrosa, del Teatro Solís, cuando en plena crisis económica del 2002 muchos querían detener esa obra.
Y cómo siempre recordaba a Nelly Goitiño, no hay pan sin canto.
No hay desarrollo de ciudad y de ciudadanía sin cultura y sin espacios para su desarrollo.
No puedo no evocar su admiración por un Gustavo Nocetti, Federico García Vigil y Beto Sobrino, por solo citar a tres destacados en sus géneros y que no están con nosotros.
No había estreno teatral, cinematográfico, musical que no tuviera a Mariano en primera fila. Y luego éramos muchos los que nos nutrimos con sus sabías apreciaciones.
Respetuoso siempre de la opinión de todos y trabajando siempre en equipo. Su despacho se pareció siempre a un estudio de arquitecto de puertas abiertas.
De firmes convicciones democráticas y predicador incansable de que la verdad no es propiedad de nadie .
Que se debe ser crítico y exigente primero consigo mismo.
Siempre decía que no se puede ser conformista.
Y así, desde fundador de Banda Oriental hasta la querida Facultad de Arquitectura y su deseo de convertir a Montevideo en la capital administrativa del Mercosur, fue conquistando corazones, enseñando y construyendo una ciudad para vivir y convivir con alegría, sueños y con justicia social.
Por eso nada mejor que recordar que Arana es Montevideo y que Montevideo es tu Casa con aquella simpática casita que te invitaba a cuidar tu ciudad y a querer a su gente.
