Conflicto de Nagorno Karabaj (4ª parte). La entrega de dos territorios armenios
Actualizado: 5 mar 2021
Por Artin Yeghyaian
La entrega de dos territorios armenios: Najicheván y Nagorno Karabaj.-
Hacia 1918, los armenios habían sido diezmados por el gobierno turco otomano y los ejércitos turcos avanzaban hacia el Cáucaso Sur, hacia la Armenia Oriental, con el fin de terminar su plan de aniquilamiento. Muchos sobrevivientes habían emigrado, en primer lugar, o bien al Líbano o bien a Damasco, pero otros se dirigieron a la Armenia Oriental.
En febrero de 1917 el zar de la Rusia Imperial, Nicolás II, fue derrocado y se vio obligado a abdicar, sustituyéndose el antiguo régimen por un Gobierno Provisional, que fue reemplazado a su vez, en la Revolución de Octubre, por un gobierno de tendencia comunista, el Partido Bolchevique, cuyo líder era Vladimir Lenin. La Revolución Rusa se llevó a cabo en el marco de la Primera Guerra Mundial, guerra que sangró al país y al ejército, que sufrió duros golpes.
La Revolución Rusa provocó el debilitamiento del control ruso sobre las naciones del Cáucaso Sur, la República Democrática Federal de Transcaucasia” (RDF). Esta república no sobrevivió debido a la ineficiencia del gobierno central, incapaz de dominar las naciones que la componían, ya que sus partidos políticos, controlaban sus respectivos países: en Armenia, el partido Dashnak, en Georgia, el partido socialdemócrata y en Azerbaiyán, el musavat, que significa “igualdad”.
En 1918, luego de la disolución de la RDF de la Transcaucasia, la Federación Revolucionaria Armenia (Partido Dashnak), creó la Primera República de Armenia, libre y soberana y reconocida por la Sociedad de Naciones, hasta que en 1920 fue sovietizada. Desde sus inicios estuvo en guerra con sus vecinos, Georgia, Azerbaiyán y Turquía; En Nagorno Karabaj, si bien estaba bajo control de Armenia, los azeríes seguían haciendo valer sus pretensiones. La República de Armenia dejó de existir en 1920, cuando Azerbaiyán, controlada por los bolcheviques, la invadió.
La región de Najicheván, hoy República Autónoma de Azerbaiyán, según la leyenda fue fundada por Noé y el significado de su nombre es “el lugar de la primera descendencia”, en armenio “Naj-ijevan!”. Najicheván fue de las principales regiones del Reino de Armenia, en el siglo II antes de Cristo hasta el siglo XI después de Cristo. A comienzos del siglo XX, Najicheván, era la capital de un distrito de la Gobernación de Erevan (capital de Armenia). Tras el genocidio armenio, los turcos otomanos la ocuparon a mediados de 1918. Tras la retirada de los turcos, a fines de 1918, los azeríes se apoderaron de ella. El ejército británico al entrar en la zona caucásica facilitó que los armenios pudieran recobrarla en junio de 1919. Luego de diversos sucesos, Armenia se vio presionada por los azeríes apoyados por los turcos a ceder Najicheván y Lenin se lo entregó a la República Socialista Soviética de Azerbaiyán en 1921 (algunos escritos señalan que fue a instancias de José Stalin, Comisario del Pueblo de Asuntos Nacionales). Armenia perdió un importante e histórico territorio. Ese mismo año, los azeríes expulsaron a la población armenia de Najicheván. Prácticamente, toda su riqueza cultural, como monumentos, jachkares (cruces talladas en piedra), monasterios...han sido destruidos, para que no quede ningún vestigio que exprese que fue habitado por armenios. ¿Qué ha hecho la UNESCO al respecto, para preservar esa riqueza? Nada.
En 1922, José Stalin, comisario de la URSS, cedió el enclave de Nagorno Karabaj a Azerbaiyán, como una provincia autónoma, otro importante e histórico territorio, poblado mayoritariamente por armenios.
A partir del 29 de noviembre de 1920 se crea la Segunda República de Armenia, no soberana, o sea, la República Socialista Soviética de Armenia, una de las 15 repúblicas de la URSS.
La RSS de Georgia fue el 25 de febrero de 1921.
La RSS de Azerbaiyán, 28 de abril de 1920.
¿Por qué son cedidos?
En pleno genocidio armenio, los azeríes, apoyados por Turquía, ambicionan el enclave de Nagorno Karabaj y también de Najicheván.
En 1920, el régimen soviético desea la región del Cáucaso Sur para aprovechar la riqueza petrolera y los yacimientos de gas en la zona del mar Caspio. Es así, que José Stalin cede el enclave del Alto Karabaj a Azerbaiyán, basado en esa expresión de “divide y reinarás”; los soviéticos rechazaban los nacionalismos fuertes, como el armenio, celoso de su riqueza cultural, de su etnia, de su idioma, de su cristiandad...a una región, mayoritariamente musulmana, compuesta de pueblos de diferentes orígenes en sus países. Reiteramos: “La dirigencia soviética no quería que hubiera homogeneidad étnica, buscaba amortiguar el deseo de que algún estado, al tener características uniformes, se volviera fuerte o muy grande “. Es por estas causas que el comisario de la URSS, Stalin, cede arbitrariamente, un enclave que siempre fue de Armenia, que era la décima provincia de los reinos armenios, que fue gobernada por príncipes armenios, y que estuvo siempre integrada a su territorio. A pesar de ser afin a Armenia, con una larga historia y una población étnica del 94%, fue entregada, sin miramientos a la RSS de Azerbaiyán. Durante decenas de años, este enclave, vivió una incómoda situación, pero no pudo rebelarse contra la cúpula soviética.
También a instancias de Stalin, los mismos intereses predominaron, al entregar arbitrariamente Najicheván. Najicheván fue un territorio habitado durante siglos por armenios, su propio nombre es de origen armenio, como lo explicamos más arriba. Si observamos un mapa, veremos que esta región, que fue parte suya (está al SW de Armenia, posee con ella, una frontera de 221 km, con Irán la frontera es de 179 km y con Turquía, 13 km, y no tiene ninguna frontera con Azerbaiyán).
La República Autónoma Socialista Soviética de Najicheván fue una república autónoma integrada a la RSS de Azerbaiyán; hoy su autonomía se sostiene y sigue perteneciendo a Azerbaiyán.
Durante el período soviético, su población armenia descendió gradualmente porque hubo una gran emigración a la RSS de Armenia. Sin embargo, la población azerí aumentó, significativamente.
El conflicto de Nagorno Karabaj
Durante el período soviético en Nagorno Karabaj hubo un descenso significativo de la población armenia, mientras que la población azerí creció en un 200 %. Desde el punto de vista cultural, la historia del pueblo armenio no se enseñaba en las escuelas, los libros publicados en Armenia no eran accesibles y la televisión fue solo en los idiomas turco (los azeríes hablan esta lengua) y ruso.
Durante el régimen soviético, en varias oportunidades, tanto Armenia como Nagorno Karabaj, solicitaban unificar ambos territorios, pero sus reclamos eran desoídos. En 1960, los armenios de este enclave firmaron una petición de unificar ambos territorios, sin obtener respuesta. En 1964, los armenios de Karabaj elevaron un documento firmado por miles y enviado a Nikita Krushchov, Primer Secretario del Partido Comunista de la URSS, denunciando la actitud de las autoridades azeríes, que forzaban a la población armenia a emigrar, la falta de desarrollo agrícola y de infraestructura, la decadencia de la educación. En 1965, esta vez, redactada por prominentes armenios, se solicita la reunificación, de Karabaj con Armenia, sin éxito.
El enclave autónomo de Nagorno Karabaj se separa de Azerbaiyán
En el año 1988, en el marco del glasnost y la perestroika impulsada por Mijail Gorbachov, en Nagorno Karabaj y en Armenia hay manifestaciones pidiendo la unificación. Karabaj, amparado en la ley soviética, solicita un cambio administrativo, que es aceptado por Armenia, pero rechazado por Azerbaiyán. Esto trae consecuencias muy negativas para los armenios del enclave y de los que viven en otras ciudades azeríes, como Bakú, Kirovabad o Sumgait, porque se suscitan pogromos (ataques violentos por parte de los azeríes contra las poblaciones y barrios de armenios, asesinando, incendiando, quemando vivos, demoliendo sus hogares, violando, decapitando), mientras el gobierno azerí mira para otro lado. Esto continuó hasta 1990. El gobierno Supremo de la URSS no pudo contener esta rebelión porque flaqueaba su situación y no se encontraba en condiciones de frenarla.
Centenares de armenios murieron como resultado de estos pogromos. Cerca de 400.000 armenios dejaron Azerbaiyán y 170.000 azeríes dejaron Armenia en medio de estas luchas. En 1990, el ejército soviético apoyado por los azeríes intervino y unos 200.000 armenios se vieron forzados a abandonar Nagorno Karabaj. En agosto de 1991, Azerbaiyán declaró su independencia; el 21 de setiembre de 1991, Armenia proclamó suya.
En setiembre de 1991, la asamblea de Nagorno Karabaj, de mayoría armenia, expresó que no quería seguir perteneciendo a Azerbaiyán y proclamó su independencia que ratificó el 10 de diciembre de 1991 (al día de hoy, Karabaj es una república de facto, no de jure, al no ser reconocida aún).
Armenia sufre consecuencias: Azerbaiyán ya no la abastecerá con gas ni petróleo, como lo hacía en la era soviética y...¡el invierno es muy frío...entre otros aspectos! Armenia sufre un bloqueo económico con los gobiernos azerí y turco.
Los azeríes no aceptaron esa decisión y la guerra tomó características especiales. A mediados de setiembre de 1993, los armenios ya habían ocupado unos 5.500 km2 del enclave. La dura derrota sufrida por los azeríes, en 1994, cuando las fuerzas armenias se habían apoderado de siete distritos de Azerbaiyán, una amplia faja de seguridad para los armenios, la obligó, en mayo de ese año, a firmar el acuerdo de paz, presidido por el Grupo de Minsk. Esa faja de territorio será usada como un “colchón protector” de la frontera de Nagorno Karabaj o Artsakh. En esta guerra, desde 1991 a 1994 murieron unas 30.000 personas.
El Grupo de Minsk (Minsk es la capital de Bielorrusia) de OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) fue designado para solucionar el conflicto de Nagorno Karabaj, creándose el 30 de enero de 1992. Los copresidentes elegidos del Grupo de Minsk son Rusia, Francia y Estados Unidos de América y no es casual que ese organismo los haya elegido a ellos. Desde su creación, se han presentado diversas opciones para encontrar una solución, entre ellas, el respeto a la autodeterminación del pueblo de Karabaj, la integración territorial y la renuncia a las opciones bélicas. El punto de vista jurídico que debe primar, para Armenia, es el de la autodeterminación del pueblo de Karabaj, mientras que para los azeríes es el respeto a la integridad de su territorio. Se debe destacar que la República de Artsakh, no ha participado en estas deliberaciones, en el Grupo de Minsk.
Desde 1994 a 2020, nunca se pudo llegar a un acuerdo y los incidentes se sucedían en la línea de separación marcada en el armisticio. Al ver Azerbaiyán que sus sueños de integrar el territorio de Karabaj a su país, no se cumplían, recrudeció su agresión en abril de 2016 y a partir de julio 2020. Aunque los azeríes digan que siempre han sido los armenios los provocadores de estos incidentes, la comunidad internacional opina lo contrario, exceptuando el gobierno turco y algunos otros países. Nos preguntamos, ¿estaban los armenios en condiciones de provocar a los azeríes o de respetar el armisticio y cese al fuego?
En abril de 2016 hubo un fuerte enfrentamiento entre azeríes y armenios que se denominó “la guerra de los cuatro días”. Fue considerado como una de las peores, desde 1994 (por el armamento utilizado por los azeríes) cuando se firmó el cese al fuego. Armenia y Azerbaiyán se acusaron mutuamente de violar el alto al fuego, en donde murieron, entre militares y civiles, decenas de personas. Según observadores, a primeras horas de la mañana, el ejército azerí lanzó una ofensiva con toda clase de armamentos. Durante esta situación, los presidentes de ambos países se encontraban en Washington D.C. asistiendo a una cumbre nuclear. El Consejo de Seguridad Nacional armenio denunció a Bakú de “tomar la senda del agravamiento de la situación”. Por su parte, el gobierno azerí denunció ataques armenios, contra varias localidades fronterizas, donde habrían muerto civiles y por eso su contraofensiva, solicitando, además, a la comunidad internacional, condenar a Armenia, sabiendo que la ONU ya había señalado que Armenia debía entregar esos territorios a Azerbaiyán. Armenia también, estaba en conocimiento que el gobierno azerí había multiplicado el presupuesto de defensa, pues no renunciaba a recuperar Karabaj. Ante esta situación, Putin convocó a armenios y azeríes a “un inmediato cese al fuego” lamentando que se hubiese reanudado la tensión en Nagorno Karabaj.
Recordemos además que unos meses antes de este grave incidente de abril, en febrero de 2016, Azerbaiyán había protestado ante Rusia, principal aliado de Armenia, por la concesión de un crédito por 200 millones de dólares a los armenios, para la compra de armamento pesado.
Una serie de hechos, van señalando que Azerbaiyán se prepara militarmente para recuperar Nagorno Karabaj.
Las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán tienen un presupuesto de miles de millones de dólares.
Desde 2008, Turquía ha ayudado a modernizar el cuartel general del comando central de la Fuerza Aérea; Estados Unidos ha colaborado con aeronaves que han sustituido a las viejas aeronaves soviéticas. Ayudó también a modernizar aeródromos e instalar equipos especiales de seguridad. Azerbaiyán también fabrica, diseñados por Israel, drones, etc. Turquía, Israel, Estados Unidos e incluso Rusia han coadyuvado a su fortalecimiento militar.
Azerbaiyán tiene una población de 10: 067. 108 (Azerbayán más Turquía suman aproximadamente 92:000.000 habitantes). Su superficie es de 86.600 km2. Limita con Armenia (entre 996 y 1.007,1 km), con Irán (765 km), con Georgia (480 km), con Rusia (390,3 km), con Turquía (15 km), en total 2.468 km de fronteras internacionales sin contar, la República autónoma de Najicheván, que limita con Armenia, Irán y Turquía. Su nivel de vida es bajo (PBI: 4.000 euros per cápita aproximadamente) y posee un índice de corrupción muy alto, a nivel del sector público. Azerbaiyán es conocido por comprar voluntades extranjeras, con sus petrodólares, invitarlos a Bakú, deslumbrarlos, como forma de tener “amigos al servicio de su causa”, no sólo en Europa sino en América Latina y otros continentes.
Riquezas: petróleo y yacimientos de gas, de gran importancia, no solo para el entorno geográfico sino para Europa, ya que existe un oleoducto que parte de Bakú, a orillas del Caspio, llega a Turquía y se prolongará para llegar al corazón de Europa. Israel ya se nutre del oro negro. ¿Será por eso que es tan dadivoso con Azerbaiyán en venderle armas para asesinar armenios, de tener a su disposición pistas para el despegue y aterrizaje de sus aviones en suelo azerí, en caso de sufrir ataques de Irán? ¿Influirá el recurso energético azerí en el silencio de muchas naciones que aún no han reconocido el genocidio armenio y tampoco se han decidido a reconocer el derecho a la autodeterminación de Artsaj a ser libre e independiente?
La República de Armenia tiene una sup. de 29.743 km2 y una población de 2:965.000 hab. (Armenia más Artsakh suman 3: 150.000 hab.). Tiene fronteras con Azerbaiyán, con Georgia, con Irán, con Najicheván y con Turquía, es “un país mediterráneo”, solo rodeado de tierras, 0km de costa. Es un país transcontinental, entre Europa y Asia y más identificado con Occidente. Considerado como uno de los estados menos corruptos, entre las ex repúblicas de la URSS, y con un índice de desarrollo humano de 83 puntos, por encima de la mediana, teniendo un puntaje más alto entre Georgia y Azerbaiyán. No posee ni petróleo ni gas.
Comienza la provocación de Azerbaiyán, desatándose una guerra
Entre el 12 al 16 julio 2020 se desarrolló un conflicto armenio-azerí. Aunque las escaramuzas cesaron, todo el mes de agosto se mantuvo en tensión.
Hubo consecuencias de todo tipo por este hecho: ciudadanos azeríes en Bakú salen a las calles a protestar contra Armenia y Karabaj y culpan a Armenia de esta agresión con duras consignas, expresiones soeces incitando a la guerra; en el mercado de frutas y verduras de Moscú, trabajadores azeríes boicotean frutos enviados desde Armenia y 65 camiones armenios cargados vieron sus frutos tirados en las calles, pisoteando los albaricoques armenios; se suscitan protestas frente a embajadas azeríes y protestas azeríes culpando a Armenia como el agresor ; armenios residentes en Turquía fueron agredidos; hubo actos ante las Naciones Unidas en Nueva York organizado por la comunidad azerí, protestando contra Armenia (24 de julio) y dos días después, otro organizado por jóvenes armenios con carteles que decían “Aliev quiere la guerra y Armenia quiere la paz”, “Stop Aliev”, “Artsakh strong”...También hubo reacciones internacionales.
En agosto, Turquía anuncia que en Azerbaiyán se realizarán tácticas militares entre ambos ejércitos y envía toda clase de armamentos para “dichos entrenamientos”. Es seguro que aquí planificaron cuáles serían las estrategias para invadir Nagorno Karabaj, esperando la ocasión precisa.
El 27 de setiembre, mientras en Uruguay se celebraban las elecciones departamentales y municipales, resurge con fuerza, el enfrentamiento armenio-azerí por la República de Karabaj. Los armenios denuncian que Azerbaiyán había comenzado a bombardearla y Bakú afirmó que fue una contraofensiva, en respuesta a la agresión armenia.
Es una guerra muy desigual, una guerra cobarde, asimétrica. Azerbaiyán, cuenta con un ejército bien pertrechado y numeroso, además, apoyado por Turquía que se encarga también en respaldar con mercenarios, terroristas sirios y mercenarios de Libia, con una paga entre 1.500 y 2.000 dólares, asesinos a sueldo. Armenia no tenía intención de entrar en guerra con nadie, ni masacrar ni matar, sino de vivir en paz en su tierra ancestral. ¿Qué fin persiguen, los gobiernos turcos yazeríes? ¿Retomar el genocidio de 1915 y limpiar de una vez para siempre al pueblo armenio de la faz de la tierra? El presidente de Turquía, Erdogan, llegó a expresar que “es hora de acabar con el trabajo que empezaron nuestros abuelos” refiriéndose al primer genocidio del siglo XX, hace ya 105 años, perpetrado por el gobierno turco otomano, donde murieron 1:500.000 armenios, genocidio no reconocido aún por Turquía, donde incluso, se apropiaron de un gran porcentaje de territorio armenio con el monte Ararat incluído, símbolo sagrado e inmortal del pueblo armenio.
En esta guerra, los armenios de Artsakh perdieron 9.500 km2 de territorio que estaba floreciendo, desde 1994, donde se había firmado el acuerdo de paz, que no fue respetado por los azeríes y su banda de criminales, con matanzas, crímenes de lesa humanidad (denunciados ante la ONU por la chilena Bachelet), bombardeando sin miramiento, sobre poblaciones habitadas por civiles, hospitales, iglesia, edificios de apartamentos, mediante el empleo de drones turcos e israelíes, fósforo blanco P4 (arma que provoca quemaduras de 2º y 3er grado e incluso daña órganos como corazón, hígado, riñones, así como daños a ojos y vías respiratorias (ya utilizada por Israel en Gaza de los palestinos). Todo dentro de una situación grave de pandemia por Covid-19, donde las naciones y la impotente y frágil ONU, denunciaban (parole, parole!) pero no fueron capaces en reconocer el derecho democrático de autodeterminación del pueblo de Artsakh ,y ni siquiera parar el cese al fuego, ni bien se inició el primer bombardeo, contrario a derecho.
La República de Artsak solo necesitaba que otros países la reconocieran, defendiendo la autodeterminación de sus habitantes a ser libres e independientes. Si esto se hubiera logrado, posiblemente, no hubieran muerto miles de jóvenes, mayoritariamente entre 18 y 25 años. De estas muertes injustas también es responsable la ONU.
El conflicto incluso tuvo su importancia porque había potencias con diferentes intereses. Armenia, aliada de Rusia (si algo hubiese ocurrido en territorio armenio, Rusia entraría inmediatamente en la guerra para apoyarla). Azerbaiyán aliado de su “hermana“ Turquía, con un objetivo claro de extender el panturquismo o panturanismo en la región del Cáucaso. Estaba también Irán, expectante (cuidó celosamente sus fronteras), si bien es un país musulmán, tiene muy buenas relaciones con Armenia y no con los azeríes. Y si esta guerra se hubiera extendido, otras naciones hubieran intervenido y podría haberse convertido en una III Guerra Mundial.
Azerbaiyán además violó y no respetó reiteradamente, el llamado a “alto al fuego” incluso, para el intercambio de prisioneros y cadáveres.
Frente a una situación cada vez más crítica que venía sufriendo Artsakh, donde miles de refugiados ya se habían trasladado a Armenia, tratando de preservar su vida y a una objetiva derrota militar, Rusia, como copresidente, el 10 de noviembre pone fin a esta guerra, reconociendo la derrota de los armenios, la pérdida de los territorios, donde el vencedor no es solo Azerbaiyán sino también el que lo respaldó política y militarmente con asesinos mercenarios, el genocida estado de Turquía. Esto sucedió el 10 de noviembre a partir de la cero hora, después de una desigual guerra, no pedida por el pueblo armenio, iniciada en la madrugada del domingo 27 de setiembre de 2020, con el primer disparo lanzado por los agresores turcos y azeríes.
Las conclusiones las dejo a los lectores. Sí, quiero pedir disculpas, por la falta de una total objetividad al escribir este trabajo, por ser un descendiente de armenios, nacido en Uruguay, de padres que sobrevivieron el genocidio de 1915. Quiero expresar también que no soy ni escritor ni periodista, sí soy, un docente y espero que la comprensión de este complejo tema haya servido para aclarar dónde nace este sentimiento de pertenencia de Nagorno Karabaj o Alto Karabaj o como los armenios lo denominan: Artsakh (Artsaj).
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