Creatividad versus destructividad
Actualizado: 26 ago 2021
Hablamos con Irene García Maggi, psiquiatra pediátrica y psicoanalista, sobre el suicidio infanto-juvenil.
- ¿Cómo es la situación del suicidio en la infancia y la adolescencia en nuestro país?
- Se sabe mucho más sobre la situación del suicidio en los adultos. En el grupo de edad correspondiente a la niñez y la adolescencia, sabemos que es un tema preocupante, que las cifras de suicidio en estas edades se mantienen elevadas y que es la segunda causa de muerte en menores de 20 años, especialmente en varones. Por lo tanto es un problema de salud pública muy relevante.
- ¿Qué aportaron de nuevo las investigaciones nacionales sobre el tema?
- Que la gran mayoría de los niños y adolescentes que consumaron el suicidio no recibía ningún de tratamiento psicológico ni psiquiátrico, que la mitad cursaba con sintomatología depresiva no tratada, que la mitad había manifestado deseos de terminar con su vida y que un tercio tenía intentos de suicidio previos. Por eso es que detección precoz de los síntomas de depresión y la determinación de riesgo suicida para instituir un tratamiento correcto y oportuno es una estrategia fundamental para la prevención del suicidio en este grupo de edad.
Otro dato importante es que no hay un tipo de perfil suicida único, sino varios. Uno de los tipos, que es mayoritario, se caracteriza por conjugar una multifactorialidad que desencadena el acto suicida.
- ¿Cuál es el rol del sistema educativo en la prevención del suicidio en la infancia y la adolescencia?
Fundamentalmente, promover lugares de inserción, identificación y pertenencia, alternativos al hogar. Y desarrollar capacidades creativas que permitan una salida a la destructividad.
Junto al sistema de salud, permiten la detección de vulnerabilidades y situaciones de riesgo para encaminar su tratamiento.
- ¿Un mensaje para la sociedad en este Día Mundial?
Se debe fomentar la creatividad, en oposición a la destructividad, a través de la facilitación de ambientes artísticos, deportivos, culturales, pero también se debe tender a la facilitación del vínculo padre-hijos.
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