Denuncian que el Mides implementa internaciones compulsivas mientras elimina equipos técnicos
Por Georgina Mayo
La convivencia de dos leyes que tienen que ver con las personas que viven en situación de calle, genera preocupación entre los trabajadores que cumplen funciones en los aproximadamente 60 refugios existentes en el área metropolitana.
La Ley de Faltas dispone que las personas en situación de calle no deben permanecer en la vía pública y si no desisten habiendo sido advertido dos veces, deberán cumplir tareas comunitarias entre 7 y 30 días. En el artículo 14 se dispone también que las personas en esa situación derivarán a refugios del Mides.
Por otra parte, la nueva ley de internación compulsiva o de internación no voluntaria, también genera la posibilidad de que haya personas adictas a distintas drogas que terminen en los refugios dispuestos por el Mides, adonde concurren en forma fija, según datos de 2023 de ese ministerio, 2.758 personas; de ellas 1.363 personas llegan de 958 puntos a la intemperie y unas 1395 permanecen en centros nocturnos, diariamente. Las personas que viven a la intemperie y apelan por voluntad a los refugios deben renegociar a diario el alojamiento. “No hay nuevos refugios en esta administración”, dijo Jorge Fossati a Radio Fénix y 25siete. El dirigente del Sindicato Único de Trabajadores de Instituciones Gremiales y Afines agregó que una veintena de refugios fueron “reconfigurados con otra modalidad pero eran refugios que ya existían.
La población, que podría aumentar de cumplirse ambas leyes, genera la pregunta “dónde derivarán”, añadió Fossati. La Sociedad de Psiquiatría del Uruguay se expresó en las últimas horas acerca de “la grave y creciente problemática de las personas en situación de calle y la preocupación por lo problemas de salud mental de la población incluidas las adicciones”. La Sociedad de Psiquiatría recordó además en un comunicado público que la Ley de Salud Mental Nº 19.529 ya posibilita y orienta la internación involuntaria para situaciones que lo requieran y subrayó su desacuerdo con la Ley Nº 20.279 sobre Prestación de Asistencia Obligatoria por parte del estado a las personas en situación de calle que plantea la internación compulsiva. La Sociedad de Psiquiatría también manifestó su alarma por la forma que se inició su implementación con el riesgo de agravar estigmatización y el riesgo de vulneración de derechos para las personas en situación de calle (a fines de la semana pasada un grupo de 10 policías sacaron esposado a un hombre que permanecía en una carpa armada con bolsas en una acera del centro de Montevideo). El dirigente de SUTIGA, Jorge Fossati dijo que “no hay suficientes centros para la demanda que sobrevendrá y se estaría en contra de la Ley de Salud Mental que busca alternativas a la internación. Se aprueba esta ley de internación no voluntaria pero no se dan recursos para sostener los nuevos ingresos”.
Fossati dijo que en los contextos de varios de los centros es imposible que la gente quiera ir. “Hay centros que sufrieron plagas de chinches; hay peleas y hay trabajadores, por otro lado, que no reciben regularmente su pago. Estamos muy lejos de dar un servicio satisfactorio”. Fossati denunció que “hubo eliminación de personal técnico, entre ellos de psicólogos, asistentes sociales y el coordinador que había en cada refugio. Ahora algunos centros funcionan 24 horas y otros volvieron a ser nocturnos, de eso se trata la reconfiguración con un solo equipo técnico para tres o cinco refugios. Queda claro que no se aborda técnicamente la asistencia y por eso se suman problemas para continuar tratamientos de salud mental, porque no hay una persona encargada para eso”.
Los psicólogos y trabajadores sociales que antes estaban en los refugios ahora distribuyen cupos a través de una ficha conformada por las personas que acceden voluntariamente a los centros.
Fossati indicó que “si vos obligás a alguien a hacer un proceso lo más seguro es que fracase. Patotear a una persona y obligarla ir a un lugar donde no quiere atenta contra quienes voluntariamente deciden acercarse y expone además a los trabajadores”.
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