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Doctror Strange y avance de Avatar 2

Por Martín Coitinho

Primero unas palabras sobre Avatar 2

Tuvimos la oportunidad de presenciar el “teaser” que se exhibió en la Cinemacon de EEUU con imágenes de la secuela de “Avatar”.


En 2009 James Cameron impulsó una revolución no necesariamente buena (a esa película le debemos que hoy en día se exhiban películas en 3D cuando en la mayoría de los casos poco aporta), pero en base a realizar una producción que era sinceramente deslumbrante.


Las primeras imágenes de “Avatar el camino del agua” son un combo interesante. Algunas lucen un poco demasiado artificiales y recuerdan a un videojuego, pero otras, sobre todo primeros planos poseen una complejidad asombrosa. Detalles de pelo, pieles, ojos, por momento parece que estamos viendo algo real y tangible, actores en maquillaje y no imágenes computarizadas.


No sabemos mucho de la historia (y la de la primera película era muy sencilla, aunque efectiva), pero muchos han apostado en contra de James Cameron en el pasado, y siempre han perdido.


La secuela de “Avatar” quizás no sea mi película más anticipada de 2022, pero creo que es sin dudas una película que sería un crimen no ver en la pantalla más grande posible.


Doctor Strange en el multiverso de la locura

Y un día volvió Sam Raimi al mundo de los superhéroes. Casi podría decirse que él es uno de los responsables directos de la revolución de las películas basadas en cómics, gracias a su trabajo en la trilogía de Spider-Man con Tobey Maguire.


Raimi, que se fue en no buenos términos con Sony luego de la tercera del arácnido, estuvo trabajando en otros géneros y también en televisión, pero ante la salida de Scott Derrickson de la segunda parte de la zaga del Dr. Strange (había dirigido la primera y estuvo vinculado a la segunda durante bastante tiempo), vuelve aquí al género, esta vez dentro del Universo Marvel (MCU).


Uno de los problemas del MCU es la uniformidad, eso que al espectador le hace sentir que todas las películas son más o menos la misma película, carentes de una identidad definida y visualmente chatas. Aquí puede decirse que esto no sucede, o sucede menos.

“Dr. Strange 2” (para acortar) es indiscutiblemente una película hecha por Sam Raimi. Desde lo musical (la banda sonora es de Danny Elfman, y recuerda a trabajos previos) lo temático y lo visual. Hay secuencias enteras que le deben mucho a la filmografía del director, que arma una película en un tono de aventura de horror/fantasía, que está en los límites de lo grotesco que acepta este universo cinematográfico pensado para todo público.


Un sólido trabajo del elenco (Benedict Cumberbatch está muy bien, lo mismo que Rachel McAdams y por sobre todo Elizabeth Olsen) acompaña una historia más centrada en lo emocional de los personajes que en una trama demasiado compleja.


Hay, como siempre, cameos y cruces con otros elementos de Marvel (que no vamos a revelar, por supuesto), pero debo decir que el mejor cameo para mí fue musical, una pequeña referencia de unos segundos, de la que me costó un minuto reponerme.


Pero la cinta funciona por fuera de esas conexiones. No es necesario haber visto todo lo anterior de Marvel para entender lo que está pasando, aunque sin dudas que la primera película del doctor y “WandaVision” son una base que está bueno conocer.


No se trata de uno de los puntos más altos del MCU, pero lejos está de los más bajos. Sin la apuesta a la emoción nostálgica de la última de Spider-Man, pero sí a la lucha interna de sus protagonistas, que es simple (y quizás sobreexplicada) pero efectiva, la película entretiene y tiene algo de subversivo con lo que hace con algunos personajes.


Visualmente atractiva, con algunas secuencias muy ingeniosas y muy bien logradas, “Doctor Strange en el multiverso de la locura” es un espectáculo pensado para la pantalla grande. Bienvenido de nuevo, Raimi.

Publicada: 10/05/2022


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