El último vuelo del Challenger
Por Martín Coitinho

Cualquiera de los lectores de 25siete podrá sin dudas responder cuándo llegó el hombre a la Luna. Es una pregunta de trivia que se aprende probablemente en la escuela.
Una pregunta más interesante de responder es quizás por qué se llegó cuando se llegó. Hay muchos porqués que coadyuvan, pero lo más importante es entender que el hombre llegó a la Luna (de hecho Estados Unidos llegó a la Luna) para que no lo hicieran otros antes (más precisamente los soviéticos).
El lanzamiento del Sputnik en 1957 generó una psicosis que no terminaría hasta la caída de la URSS. En este contexto, no solo la llegada del Apolo 11 a la Luna fue un hito, los trasbordadores espaciales son parte de esa historia.
La NASA, entonces, pasa a ser no solo una agencia científica y exploradora, es (por definición) una agencia gubernamental, que busca los mayores réditos políticos y de relaciones públicas posibles.
Esto la convierte al mismo tiempo en heroína y villana de la saga del Challenger, el trasbordador espacial que en 1986 explotó al despegar. La tragedia se vuelve aún más dramática al sumarle que entre su tripulación había una maestra escolar, en un golpe de publicidad de catastróficos resultados.
“El último vuelo del Challenger” es una miniserie documental de 4 capítulos de Netflix que explora y analiza ese trasfondo, que busca explicar por qué se produjeron los hechos, no solo desde el punto de vista técnico (la falla en las juntas) sino humano.
Hay un montón de malas decisiones subyacentes, mucha culpa para repartir, y un gobierno que primero actuará imprudentemente, para luego buscar exculparse de todas las maneras posibles.
Quizás la mayor fortaleza sea la mayor debilidad de la miniserie, al estar estructurada de manera tal de buscar siempre la intriga de cómo se resolverá la situación, de generar tensión, que logra mantenernos atentos y atrapados, pero que puede teñir levemente lo que es una tragedia con un tono de misterio que a algunos les puede resultar un poco irrespetuoso de los costos humanos.
En lo personal creo que es una historia muy bien construida, que permite entender por qué pasó lo que pasó, que da lugar a mostrar incluso el lado humano de los “culpables”, y le da voz a quienes fueron más afectados.
“El último vuelo del Challenger” logra así, mostrarnos lo mejor y lo peor de nosotros, las maravillas de la ciencia y las profundidades del hybris. Un espejo para la humanidad en uno de los lugares más insospechados. Muy recomendable.
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