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El conflicto de Nagorno Karabaj (3ª parte). Las raíces profundas. Reacción turca

Actualizado: 18 mar 2021

Por Artin Yeghyaian


Los armenios, fieles a los principios de libertad y autodeterminación, se organizan y entablan una fuerte resistencia heroica y desigual contra el imperio otomano, que sufría una crisis económica, social y política hacia fines del siglo XIX. Surgen grupos revolucionarios en distintas poblaciones habitadas en buen porcentaje por armenios: Zeitún, Sassún, Van... Se distinguen aguerridos conductores, como el general Andranik. Hacia 1880, los armenios crean partidos políticos: Partido Dashnaktzutiun, fundado en 1890, (en armenio, Federación Revolucionaria Armenia), que propone un estado autónomo armenio, armando milicias para defenderse contra las respuestas del gobierno otomano; el Partido Social Demócrata de Hinchakian, fundado en Ginebra, en 1887; el Partido Armenakan, fundado en 1885 en Van, que desarrolla una plataforma, un organismo central y una publicación oficial. El partido Armenakan, terminará fusionándose, con facciones escindidas de los otros partidos y formará el Partido Liberal Democrático Armenia (de centro derecha), también conocido como Partido Ramgavar.


Estas organizaciones partidarias trascienden fronteras, captando armenios de la diáspora y van profundizando las bases programáticas; siguen existiendo hoy, tanto en Armenia como en Artsaj y en la diáspora, junto a otros más recientes.

Reacción turca. 1894-1896

El imperio otomano fue derrotado en la guerra con la Rusia zarista (1878). En el Tratado de Berlín (1878), el sultán se vio obligado a realizar concesiones a las minorías cristianas. Esto generó un gran descontento entre la población musulmana que lo vio como una pérdida de autoridad. Miles de musulmanes escaparon o fueron expulsados de los Balcanes y de Rusia para establecerse en Anatolia, lo que generó protestas de los armenios que lo sintieron como una presión a desalojarlos, dejando de ser mayoría en poblaciones que habían sido mayoritariamente armenias.


El sultán Abdul Hamid II y su gobierno, frente a las peticiones de la comunidad armenia, a las protestas organizadas y dirigidas por líderes de los partidos armenios, le sirvieron como justificación para usar la violencia y elaborar un siniestro plan de “solución” para la cuestión armenia: su aniquilamiento.


Fueron creados destacamentos especiales llamados “hamidios” para exterminar las poblaciones mayoritariamente de armenios de Sassún, Erzurum, Van, Marash, Sivás, Diaberkir, Ourfa. Estas matanzas hamidias, también llamadas “masacres armenias”, asesinaron entre 200.000 y 300.000 armenios. Aunque el objetivo estaba destinado a los armenios, algunas poblaciones cristianas, como los asirios, también fueron víctimas.


El objetivo del plan del sultán fue mantener la integridad territorial de lo que iba quedando del imperio y, al mismo tiempo, adoptar como ideología de estado el panislamismo, o sea promover la unión de los pueblos musulmanes para liberarse del predominio o influencia de los pueblos cristianos.


El siglo del armenocidio

Es la página más sombría y terrible en la historia del pueblo armenio y fue escrita en los años de la Primera Guerra Mundial.


Había surgido en el imperio otomano, un nuevo partido, el de los Jóvenes turcos, partido nacionalista y reformista, nacido en 1889, como una organización secreta de oposición al poder despótico del sultán, oficialmente conocido como “Comité de Unión y Progreso”, cuyos jóvenes líderes se rebelaron contra el sultán Abdul Hamid II, quien fue oficialmente depuesto y desterrado en 1909.


Durante su gobierno, perpetraron el genocidio armenio (1915-1923), período en que murieron 1: 500.000 armenios.


Los historiadores turcos afines al gobierno expresan que la matanza de armenios fue a causa de los soldados armenios que sabotearon al ejército turco y fueron “una quinta columna” al servicio de los rusos (guerra ruso-turca, 1877-1878). Esta afirmación puede ser rebatida fácilmente con solo mostrar un documento del congreso secreto de los Jóvenes turcos , realizado en Salónica en 1910.


El doctor Nazim Fehti, secretario general del partido Unión y Progreso, propuso la siguiente moción, aprobada por unanimidad:


“Propongo al Congreso el exterminio total de los armenios del Imperio Otomano; es necesario aniquilarlos. Para llevar a cabo este propósito, hay que actuar frente a todas las dificultades, absuelto de conciencia, de sentimientos de humanidad, pues la cuestión no es de conciencia ni de sentimientos humanitarios, sino, es sólo de índole política, íntimamente vinculada con el beneficio y futuro de Turquía”.

“Así terminará inmediatamente la Cuestión Armenia y el gobierno turco se liberará de la intromisión extranjera en sus asuntos internos. El país se desembarazará de la raza armenia y así brindará un amplio campo a los turcos. La riqueza de los armenios pasará a ser propiedad del gobierno turco y Anatolia será territorio habitado exclusivamente por turcos. Se aplastará el obstáculo más importante para el logro del ideal panturánico.”


Esta propuesta fue puesta en práctica, como experimento, en Cilicia y en Adaná, lejos de Constantinopla (hoy Estambul) y de las representaciones diplomáticas europeas que residían en esa ciudad, la capital. 30.000 armenios fueron asesinados y se obtuvo un botín nada despreciable.


Ante la indiferencia de la opinión pública internacional, los armenios quedaron atemorizados.


El suceso fue “exitoso” y podría ponerse en práctica cuando la oportunidad fuera propicia.


El partido de los Jóvenes Turcos que había proclamado los principios de la Revolución Francesa, libertad, igualdad y fraternidad, no demoró en mostrar sus verdaderas intenciones. Su doctrina planteaba tres principios básicos:

- la superioridad de su raza (panturanismo)

- la intransigencia nacionalista, Turquía para los turcos

- la turquificación, de su población.


Los armenios y su “cuestión” eran un serio obstáculo a sus ambiciones de grandeza.


Es durante la Primera Guerra Mundial, (¡qué mejor oportunidad!), el joven y chauvinista gobierno turco, aprovechándose de la situación favorable que se creaba, apoyado y tutelado por su aliado , el imperio alemán, emprende la realización del plan de exterminio físico total de la población armenia; además se dispuso preparar registros de los inmuebles, propiedad de los armenios, excitar el odio anticristiano, autorizar la conversión al Islam, deportar y dispersar las familias hacia el desierto sirio, en largas caravanas, con mujeres cargando a sus hijos, otras embarazadas, ancianos, personas con discapacidades, hambreados, padeciendo de sed, muchas veces atacados por grupos de bandoleros, robándoles y/o matándolos sin piedad o violando a las mujeres o a las niñas, sin que los soldados turcos que vigilaban, movieran un dedo.


El genocidio armenio (1915-1923), primero en el siglo XX, se conmemora el día 24 de abril, cuando detuvieron a 235 miembros de la comunidad armenia en Constantinopla (Estambul). En los días siguientes la cifra alcanzó a 600 (intelectuales, escritores, poetas, profesionales, músicos, dirigentes políticos y sociales, religiosos, comerciantes, la flor y nata de la comunidad), siendo ejecutados, días después. Se dio así el comienzo del siniestro proyecto llevado a cabo con metódica rigurosidad.

Nada mejor que los documentos para comprender este irracional y bárbaro plan de una clase inescrupulosa. Detengámonos en esta orden impartida por el ministro del Interior, Talaat, el 9 de marzo de 1915:


“Todos los derechos de los armenios, de vivir y trabajar en suelo turco, han sido completamente cancelados. Con respecto a esto, el gobierno toma toda la responsabilidad y ordena no hacer excepciones de ninguna especie, incluyendo las criaturas recién nacidas, ya que, habiendo observado los resultados de nuestras órdenes en algunas provincias, en las cuales fueron tomadas medidas de excepción con ‘cierta gente’, que, en vez de ser enviadas al desierto, permanecieron en Alepo, el gobierno se ve envuelto en dificultades adicionales. Haciendo caso omiso a sus protestas, sírvanse evacuarlos, ya sean mujeres o niños e incluyendo a los discapacitados físicos; y no dejen al pueblo turco protegerlos, ya que, debido a su ignorancia, atribuye mayor importancia a los valores materiales que a los sentimientos patrióticos, sin poder apreciar la gran política de este gobierno, al insistir en sus propósitos. En lugar de tomar medidas indirectas de exterminio, usuales en otros países, tales como severidad (en las deportaciones, etc.), podrán ser tomadas medidas directas, sin mayores miramientos. Por lo tanto, trabajad con ahínco. Órdenes generales han sido emitidas por la Oficina de Guerra, a todos los comandos del ejército, a fin de que éstos no interfieran en la labor de deportación. Comuniquen a los oficiales que esto ha sido especialmente indicado con el propósito de poner en ejecución nuestro real intento, sin que ello les signifique responsabilidad alguna.

Por favor, sírvanse enviarnos, semanalmente, informes cifrados acerca de vuestras actividades”.

Ministro del Interior. Talaat.


A comienzos del siglo XX, sobre una población de 20:000.000 de habitantes del imperio otomano, aproximadamente el 10 % eran armenios. A partir de 1915, la matanza se llevó 1:500.000 de mujeres, niños, ancianos, hombres, impunemente hambreados, asesinados, violados, torturados… una muerte lenta, desgarradora, muchos de los cuales, al llegar al río Eúfrates se tiraban desde las alturas prefiriendo morir a seguir sufriendo. Algunos lograron sobrevivir, los que vencieron el hambre, el desierto. Esta es la causa que haya descendientes de armenios, a lo ancho y largo del mundo. Los de Uruguay, son simplemente un ejemplo. Estos sobrevivientes llegaron a nuestro país en la década del 20; hoy hay descendientes de armenios de la segunda, tercera y cuarta generación.


¿Por qué se expresa que fue un genocidio, el realizado por el gobierno turco contra los armenios entre 1915 a 1923?


El artículo 2 de la Convención sobre Genocidio de la ONU, de 1948, describe el genocidio “como las acciones llevadas a cabo con la intención de destruir, total o parcialmente, una nación, una etnia, raza o grupo religioso”. Lamentablemente, los genocidios se han y siguen practicándose en poblaciones de África, América, Asia Menor...


Las autoridades turcas hoy aceptan que hubo excesos, pero rechazan que hubiese intención sistemática de aniquilar a los cristianos armenios; simplemente, hay que referirse a los documentos y testimonios de extranjeros, que los hay en cantidades importantes. También se debe destacar, la existencia de muchas naciones que aún no han reconocido el genocidio armenio, entre ellas Israel y el gobierno de EE.UU. Uruguay fue el primero en reconocerlo en el año 1965.


El Tribunal Permanente de los Pueblos, reunido en París, entre el 13 y 16 de abril de 1984, en respuesta a los derechos de esta nación, expresa:


“Las poblaciones armenias constituían y constituyen un pueblo cuyos derechos fundamentales, individuales y colectivos, debían y deben ser respetados de acuerdo al derecho internacional.

La exterminación de las poblaciones armenias, mediante la deportación y la masacre, constituye un crimen imprescriptible de genocidio de acuerdo a la Convención del 9 de diciembre de 1948, para la prevención y sanción del crimen de genocidio y condena este crimen.

El gobierno de los jóvenes turcos, es culpable de genocidio, en lo que concierne a los hechos perpetrados. El genocidio armenio es también un crimen internacional, del cual el estado turco debe asumir la responsabilidad sin poder pretextar, para desligarse. Esta responsabilidad conlleva, principalmente, la obligación de reconocer oficialmente, la realidad de este genocidio y del consecuente perjuicio sufrido por el pueblo armenio.

La ONU y cada uno de los miembros, tienen el derecho de reclamar, este reconocimiento y de ayudar al pueblo armenio a este fin”.


La nación armenia, a 105 años del Genocidio, continúa esperando el reconocimiento de Turquía, de Azerbaiyán y de muchas naciones.


Bibliografía empleada

Historia de la educación armenia.- Kevor Sarafian.

La inmigración armenia en Uruguay.- Alberto Douredjian –Daniel Karamanukian.-

Tribuna por la vida, la paz y la solidaridad entre los pueblos.- Año 1 Nro.1.

La Cuestión Armenia y las RR.II.- Pascual Ohanian.- B.Aires 1975

Porqué genera tanto conflicto, llamar “genocidio” a la matanza de armenios en Turquía. BBC Mundo.

Jóvenes turcos.- Wikipedia.


Publicación original: 28/11/2020



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