El PIT-CNT apostará a profundizar y modernizar el Consejo de Salarios
Actualizado: hace 2 días
Por Georgina Mayo

El Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT indicó en su último informe los desafíos de la negociación colectiva que se expondrán en la próxima ronda de Consejos de Salarios a iniciarse en junio. Las 240 mesas de negociación de los distintos sectores de actividad es uno de los aspectos que el Instituto advierte debería revertirse al tiempo de ampliar la Negociación Colectiva Privada: el cuentapropismo encubre situaciones de dependencia pero no tiene cobertura.
El informe hace referencia a la historia de los Consejos de Salarios en Uruguay que funcionan de forma ininterrumpida desde hace 20 años, cuando en 2005 el gobierno de Tabaré Vázquez los instaló para todas las ramas de actividad. “Los Consejos de Salarios tienen una larga historia y una gran relevancia en el país, no solo en cuanto constituyen ámbitos de diálogo social y espacios de intercambio democrático, sino a partir de su incidencia en la determinación y evolución de los salarios, y en consecuencia, en el ingreso de los hogares uruguayos”, indica. Añade que “es necesario avanzar para profundizar y modernizar los Consejos de Salarios” en aspectos como: “cantidad de unidades de negociación” a partir de que en 2005 “se crearon 24 grupos de negociación, los que luego se abren en subgrupos, capítulos y bandejas, que constituyen unidades mínimas de negociación”, sin embargo luego con el transcurso del tiempo y de nuevas actividades en el sector servicios fundamentalmente, “se han ido creando nuevas unidades de negociación en el marco de estos 24 grupos y existen actualmente unas 240 unidades o mesas de negociación”.
Además de esa importante cantidad, el Instituto Cuesta Duarte advierte “que la mayor descentralización de la negociación tiende a conducir a una mayor dispersión salarial entre sectores de actividad, que en muchos casos están vinculados a través de cadenas productivas o responden a una misma lógica empresarial”. Sostiene el informe que “a pesar del elevado número de unidades de negociación, sigue existiendo una cantidad importante de empresas que no se sienten identificadas con ninguna de éstas y en consecuencia, se localizan en grupos residuales, limitando la capacidad de negociación de los trabajadores”. Señala que “parece imperioso en primer término, un nuevo reordenamiento de las unidades de negociación”.
Papel del Consejo Superior Tripartito
El rol del Consejo Superior Tripartito debe revisarse para que sea un “órgano de gobernanza de las relaciones laborales y deje de ser un espacio meramente formal, que se convoca de manera periódica sólo para trasladar información: lineamientos del Poder Ejecutivo a la negociación, ajustes del salario mínimo nacional y plazos de negociación, fundamentalmente”.
En cuanto al contenido de la negociación, la ley establece que los Consejos de Salarios fijen los salarios mínimos por categoría laboral y actualizar las remuneraciones de los trabajadores de la actividad privada. Sin embargo, en la mayor parte de las rondas y negociaciones “aparecen en las resoluciones diferentes cláusulas, incorporadas en acuerdo entre las partes” sobre temas extrasalariales. Y de hecho, en el período transcurrido entre 2015-2020, de marcada desaceleración económica, el Poder Ejecutivo orientó a las partes a priorizar en mayor medida la discusión de los temas extra-salariales.
El Poder Ejecutivo -sigue el informe del Instituto Cuesta Duarte-debe promover la incorporación de cada vez más aspectos que hacen a las relaciones laborales y que es deseable se diriman y acuerden en el marco de la negociación colectiva”. Pero agrega que “si bien es deseable su inclusión, la incorporación a la negociación de indicadores vinculados al desempeño y productividad sectorial requiere que se cumplan una serie de factores y se recorra un camino previo: es preciso que exista información confiable que circule entre las partes, aspecto en el que estamos bastante rezagados en nuestro país”. En cuanto a la cobertura de la negociación colectiva privada que “deja fuera a los trabajadores no asalariados o que realizan sus tareas fuera de la relación de dependencia. Esto es razonable en la medida en que los no dependientes o cuentapropistas, al trabajar para sí mismos y fijarse ellos mismos las reglas de trabajo fundamentales (ingresos, horarios y forma de trabajo entre otros) no tienen una contrapartida con quien negociarlas, dicho de otro modo, son sus propios patrones”.
Sin embargo, en muchos casos el cuentapropismo encubre en realidad situaciones de dependencia, dice el informe económico del instituto que asesora al PIT-CNT “donde no son los trabajadores quienes fijan sus propias reglas de trabajo sino que dependen, entre otros aspectos, económicamente de su empleador o empleadores. Este es el caso por ejemplo de quienes son contratados bajo la modalidad de prestación de servicios, las unipersonales y más recientemente, las nuevas formas de contratación como los trabajadores de las plataformas”. Concluye que estas nuevas formas de contratación pasaron a tener un peso cada vez más relevante en el total de ocupados.
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