“Este Uruguay sin Tenfield ya tendría millones de muertos por coronavirus”.
Actualizado: 17 ago 2021
Por Violeta Pretil - Humor en serio.
Entrevista exclusiva al carismático Juan Carlos Scelza.
- ¿Cuándo nació su vocación por el periodismo deportivo?
- No tenga ningún tipo de dudas que esa vocación de la que tanto se habla nunca nació. Prefiero hablar de lealtad al señor, al amigo, al compañero, al guía, al consejero, al gurú, al patrón, al padrino, a todo eso, y a mucho más, que es Paco Casal.
A propósito, ¿ya le dije quién estará esta noche en Fanáticos? Programa imperdible: mano a mano con el cuñado de Juan “Tereré” Paniagua, aquel zaguero que fue gran promesa de Cerro Porteño en los 70’ y que por esas cosas inexplicables que tiene el fútbol nunca llegó a debutar.
- Francisco Casal es un hombre muy criticado por actuar como si fuera el dueño del fútbol y por presionar dirigentes.
- En este fútbol en el que se protesta todo y en el que todo se critica, se va a hablar, y mucho, en la semana: que si hubo agarrón, que si no hubo agarrón, que si los dos se estaban agarrando. Por lo que se ve en las imágenes de Tenfield, abajo no lo toca. ¿Que si lo toca arriba? Tendremos que esperar a ver qué dicen las imágenes desde otras posiciones… Sí, desde este ángulo pa-re-ce-ría que hay agarrón, pero si lo hubo fue mínimo y habrá que ver si incide en la jugada.
- En varias transmisiones televisivas usted se ha quejado de la falta de reconocimiento a la empresa Tenfield.
- El uruguayo es desagradecido. Poco importa si es hincha, jugador o club. Si no fuera por la empresa Tenfield el hincha tendría que desplazarse a la cancha, gastando en boletos, robándole horas a la familia, si es que los energúmenos de siempre no lo roban a él en el camino. Si no fuera por la empresa Tenfield el futbolista seguiría jugando con pelotas de trapo, pero esta Mutual nunca lo dirá. Y los clubes, si no fuera por la empresa Tenfield, no existirían más, ya los hubiera comprado Lugano por chauchas y palitos.
¿Quiere otra prueba de la falta de reconocimiento generalizado a la empresa Tenfield? Y no hablo de uno, de dos, de tres, de cuatro, de cinco o de seis desagradecidos, hablo de absolutamente todos los uruguayos. La prueba es el coronavirus. Algunos dicen que nos va bien gracias a las conferencias de prensa de Álvaro Delgado, otros dicen que es por los científicos, los test o el sistema de salud, y no faltará quien diga que en este país no entran ni las epidemias. Cualquier argumento sirve para ningunear a la empresa Tenfield. No quiero hablar de mala fe. Pero sorprende, escandaliza, duele, llama la atención, que nadie haya pensado cómo a países como China, Italia, España, Francia, Estados Unidos, o los mismos Brasil y Argentina, les vaya tan mal con el coronavirus. Y Uruguay, un país minúsculo e ignoto, logra 2 Mundiales, 2 Olimpíadas, 15 Copas América y ahora es la envidia planetaria de la pandemia. ¿Cuesta tanto reconocer que somos el único país que tiene una empresa Tenfield? Este Uruguay si no fuera por la empresa propietaria de los derechos televisivos del fútbol ya tendría millones de muertos por coronavirus.
- ¿Cuál fue su mayor satisfacción como periodista deportivo?
- No tenga ningún tipo de dudas. En este fútbol donde se todo se protesta, todo se discute y de todo se duda, yo tengo muy claro que nada superará aquel 25 de noviembre de 2011 con la celeste, en el Estadio Centenario.
- ¿Cómo olvidar el 3-0 frente a Australia que nos puso en el Mundial de Corea-Japón?
- Eso no tuvo nada de especial. Lo singular, lo diferente, lo distinto, lo que se salió de la media, le que gustó al hincha y quedo prendido en la retina de absolutamente todos los aficionados, fue ese luminoso en la Colombes que decía “¡Gracias Paco!”. Ojalá algún día recuperemos algo de esos valores que hicieron que se nos respetara en el concierto internacional.
- Ahora vamos a las preguntas ping pong.
- ¿Un libro?
- El Diccionario de Sinónimos que regalaba el diario “El País” si alguien lo compraba. Fue el texto que más influyó en mi carrera profesional.
- ¿Un lugar de Montevideo?
- La calle Divina Comedia.
- ¿El mejor zaguero central que haya visto?
- No tenga ningún tipo de dudas que voy a nombrar a dos, uno de cada grande: Nelson Gutiérrez y Enrique Saravia. Gente de códigos, de esa que ahora, en este fútbol, tanto escasea, no se ve, se extraña.
- ¿Un programa?
- Fanáticos. Son las cosas de este fútbol uruguayo: nunca nadie lo vio y todos dicen que es horrible. Acá todo se discute, todo se protesta, nada se reconoce.
- ¿Sonsol o Romano?
El que ponga la empresa Tenfield.
