top of page
  • Foto del escritor25siete

Flor de quincho

Por Médico Indignado

Leí con asombro las noticias sobre el ingreso al país de mi colega argentino Bruno Szyferman en plena emergencia sanitaria.


No es raro que los médicos viajemos a otro país, ni que participemos de cirugías complejas. La habilitación o no habilitación para ejercer es un aunto adminstrativo que corre por el MSP, pero no es delito hacerlo y muchas veces es un beneficio para un paciente que queremos ayudar y lo necesita. Las cosas en su lugar.


Lo que asombra es que el Secretario de la Presidencia de la República haya autorizado al colega a ingresar a Uruguay “por razones de necesidad impostergable y de carácter urgente, que se entienden justificadas”. Y que ese decreto lleve fecha de junio de 2021, cuando la pandemia en Uruguay estaba en un momento muy feo. La demora de Uruguay en la compra de vacunas hizo que hasta julio de 2021 (cuando se empezó a sentir el efecto de la vacuna china Sinovac) tuvimos las peores cifras del mundo en contagios y muertes por la Covid-19, dicho por toda la prensa internacional y por la OMS.


Mientras los médicos luchábamos por la vida de los pacientes y centenares se nos morían cada semana (incuso varios colegas y enfermeros), mientras suspendían las conferencias de prensa porque el GACH les dijo que tenían que blindar abril y mayo y no lo hicieron, mientras pasaba todo eso, el gobierno consideró “de necesidad impostergable y de carácter urgente” los implantes capilares del Sr. Presidente de la República.


En otro país, con esos resultados sanitarios, se habría armado flor de quincho. En Uruguay, el único quincho que se armó (¡y de qué manera!) fue el del primer mandatario.

Publicada: 01/11/2022


bottom of page