Hasta que la dignidad se haga costumbre
Actualizado: 23 mar 2021
Liliana García, la actriz uruguaya que triunfa hace 33 años en el cine, el teatro y la televisión trasandina, y es directora de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, habló para 25siete de la situación creada, tras el resultado del domingo las urnas.
Para Liliana García, “lo ocurrido el domingo 25 de octubre en Chile fue una victoria extraordinaria para un pueblo que tanto necesitaba una alegría de estas dimensiones”. Recuerda que “cuando comenzó el estallido social, el 18 de octubre de 2019, surgió un grito desde la calles, desde el pavimento: se gritaba, se luchaba, se protestaba y se reclamaba por dignidad. La Plaza Italia, donde empezaron las manifestaciones, pasó a llamarse Plaza Dignidad”. Agregó que “se plasmó el primer paso de lo que la gente se propuso ese 18 de octubre en la plaza, con una frase que ha quedado para siempre en el imaginario colectivo: hasta que la dignidad se haga costumbre”.
Indicó que “sin la revuelta de los jóvenes, los de enseñanza secundaria principalmente, más las protestas de 2008 y 2011, hoy no estaríamos conversando de esto. El pueblo nunca soltó la calle, solo la pandemia lo hizo replegar algo. Lo que llevó a plebiscitar la Constitución de Pinochet fue el estallido social. Nadie más se puede adjudicar este triunfo. Aunque ahora todos se suben al carro de la celebración. El pueblo, y principalmente la juventud, dejó en las calles vida, ojos, días de libertad, sobre sus hombros balas, palazos, latigazos, represión. Ellos van a refundar este país".
Consultada sobre si el resultado de la consulta era el esperado, respondió que era previsible que las opciones “apruebo” y “convención constitucional” fueran los ganadoras. Pero “había un cierto temor, porque el statu quo y los poderes establecidos están muy desesperados. Yo creo que nadie se atrevió a presagiar una victoria tan rotunda como la que fue, con un 78,7%. Chile no va a parar hasta que la dignidad se haga costumbre”.
Para la actriz uruguaya radicada en Chile, con fuerte trayectoria de compromisio social, el ánimo de los chilenos es el de “una victoria anhelada después de mucho sufrimiento”. Recordó “el estallido social con los horrores de represión, con más de treinta muertos y todas las víctimas del daño ocular, y aún hay miles de presos sin un juicio justo”.
Al respecto, compartió que “hoy me decía una amiga, una militante contra la dictadura de Pinochet, que se sentía como si se hubiera expulsado un tumor de su cuerpo”.
Sobre lo que puede esperarse para 2021, enfatizó que “se espera una consolidación de este primer paso. Hay que prepararse y trabajar para elegir a los y las representanes. La representación será paritaria e incluirá a los mapuches y todos los pueblos originarios de Chile. También la gente tiene que crear insumos para que esos representantes lleven; porque de eso se trata, que los constituyentes no hablen de los que les parece, de motu proprio, sino que van a ir mandatados por las bases populares”.
García es directora de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, “una institución de la sociedad civil que nació hace 41 años en plena dictadura para defender a la víctimas de la represión y para promover la recuperación de la democracia”. Manifestó que “desde que se produjo el estallido social, fiel a sus objetivos institucionales, la Comisión ha defendido a las víctimas de la represión, frente a tribunales, en la calle, con apoyo psicológico y apoyo jurídico”.
En su mensaje hacia el futuro, eligió citar a Martín Fierro: “no hay tiempo que no se acabe, ni tiento que no se corte”.
Está convencida que “se terminó el tiempo de una Constitución que velaba por un sistema económico de capitalismo neoliberal, al servicio de unas pocas familias que desde siempre manejan la economía y el poder político en Chile”.
Considera que “la lucha desde la convicción, desde la unidad, sin buscar un beneficio partidario o personal, cuando se hace de verdad y se busca en la calle, sí o sí, triunfa”.
Publicación original: 27/10/2020
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