Inteligencia artificial mal aplicada en los sistemas de salud "podría hacer más mal que bien".
El especialista en Salud Pública Félix Rígoli brindó una conferencia en el Sindicato Médico del Uruguay donde analizó las posibilidades y riesgos
El experto uruguayo radicado en Brasil, y columnista de 25siete, señaló que los avances en la inteligencia artificial (IA) "permiten ampliar el alcance y los beneficios del conocimiento y la capacidad de curar".
Asimismo advirtió "que un número inquietante de estudios estudios están comenzado a mostrar cómo el potencial de la IA es un potencial amplificador de prácticas clínicas y políticas sociales que pueden hacer más mal que bien". Al respectó recordó que la IA "no está completamente separada de la inteligencia humana" y por lo tanto reproduce prácticas que puede reproducir o ampliar desigualdades. Explicó que el algoritmo muestra "lo que se le pidió que hiciera y lo que se le pidió que hiciera puede ser muy peligroso".
Puso como ejemplo, que tanto en Estados Unidos como en Brasil se crearon algoritmos en base a datos históricos y el resultado fue que se daba menos analgesia a pacientes de raza negra, reproduciendo así conductas que responden al racismo estructural.
Rígoli señaló que la IA puede contribuir "al ideal de salud para todos, ayudando a superar "cuellos de botellas en los países pobres, respaldada por computación distribuida" y con las creación de "oportunidades de servicios de mejor calidad en áreas de difícil acceso o donde los profesionales de la salud son escasos".
También advirtió sobre el riesgo de los Data Lakes (lagos de datos) de pacientes, que "permanecerán en stock" y "nadie sabe qué puede pasar en el futuro, pueden ser pirateados, pueden ser robados, pueden ser vendidos a entidades que puedan ir contra los pacientes, como seguros de vida o seguros de salud". Añadió que a veces una persona puede ser excluida por antecedentes de su familia que quedaron registrados en su historia.
Enfatizó "la conexión que está habiendo entre algoritmos, guías clínicas y farmacéuticas". Al respecto, señaló que "las empresas ganadoras serán las que logren influir en los algoritmos" y que en países como Estados Unidos, Canadá, Alemania o Japón o Australia, los autores de las guías clínicas que determinan la conducta de los médicos presentan conflictos de interés con la industria farmacéutica.
Publicada: 21/03/2023
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