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LeBron, More Than an Atlhete

Actualizado: 24 sept 2020

Por Pablo Rivera.

De Muhammad Ali a Jesse Owens, de Tommie Smith a John Carlos, de Bill Russell a Kareem Abdul-Jabbar, de Arthur Ashe a Jackie Robinson.


Dentro del universo de estrellas que han formado parte sustancial del deporte estadounidense de elite, han habido a lo largo del tiempo figuras de primerísimo nivel mundial que han trascendido sus brillantes carreras en diferentes disciplinas, para pasar a desarrollar un rol social y un activismo político comprometido con la causa de los derechos civiles y raciales dentro de la sociedad norteamericana.

Hoy, a la vista de los últimos hechos de violencia y abuso policial hacia la comunidad negra, LeBron James, la máxima figura de la NBA, ha dicho basta y está dispuesto, desde su lugar de referente deportivo y cultural, a liderar la batalla por delante de los intereses deportivos que aún hoy persigue, ya en la recta final de su extraordinaria carrera.

Haciendo un rápido repaso a la historia, uno de los ejemplos más notorios es el de Muhammad Ali, una de las mayores leyendas del deporte estadounidense y mundial, quien en 1967 fuera despojado de su licencia para boxear por negarse a ser reclutado por su país para alistarse en la guerra de Vietnam, al tiempo que también le quitaron su título de campeón mundial y fue sentenciado a 5 años de prisión. “Yo no tengo problemas con los vietcong, ningún vietcong me ha llamado negro”, dijo Ali, hecho que estuvo a punto de poner fin a su brillante carrera dentro del boxeo. Su rebeldía y valentía trascendieron el cuadrilátero, habiendo vivido desde niño en su Louisville natal los enfrentamientos raciales que eran moneda corriente cada día. Dentro de las personalidades más influyentes que apoyaron a Ali, se encontraban el mítico Bill Russell (el jugador más ganador en el historial NBA con 11 anillos) y un por entonces muy joven Lew Alcindor, quien luego de convertirse al Islam influenciado por la lectura de la autobiografía de Malcolm X, pasaría a llamarse Kareem Abdul-Jabbar.

Otro hecho icónico dentro del deporte estadounidense lo protagonizaron los atletas Tommie Smith y John Carlos en los Juegos Olímpicos de 1968 en México. Luego de ganar la carrera de los 200 metros y ya en el podio, al tiempo que sonaba el himno de su país, Smith y Carlos alzaron sus puños envueltos en un guante negro en una impactante señal de protesta por los derechos civiles de los afrodescendientes en Estados Unidos, haciendo el simbólico “saludo del poder negro”. A su retorno, ambos atletas fueron criticados por su accionar, sufrieron abusos y fueron amenazados de muerte, ellos y sus familias.

En julio de 2014 Eric Garner muere en Nueva York luego de ser estrangulado por un oficial de policía mientras era arrestado. Liderados por Derrick Rose, Kobe Bryant y LeBron James, los jugadores de la NBA comienzan a utilizar camisetas con la inscripción “I Can’t Breathe” (no puedo respirar) en los calentamientos de los partidos, como forma de tomar posicionamiento ante la escalada de violencia hacia los ciudadanos de raza negra. Al mes siguiente, Michael Brown, un joven de 18 años, es abatido por la policía en Ferguson.

En abril de 2015 se produce la muerte de Freddie Gray en Baltimore, mientras permanecía en custodia policial. Su muerte reabre el debate sobre los abusos policiales contra la comunidad afroamericana y se producen innumerables protestas y disturbios en la ciudad que llevaron al toque de queda. Es en este momento donde las actuales estrellas de la NBA comienzan a posicionarse de manera más firme expresando su involucramiento con la causa y buscando reinstalar en la sociedad la debida toma de conciencia de una situación que sumaba episodios de violencia racial con inusitada frecuencia. Una de las demostraciones más poderosas y llamativas en tiempos de comunicación masiva vía redes sociales la hizo Carmelo Anthony, quien se presentó personalmente en su antigua ciudad para marchar entre la gente hacia el Ayuntamiento, en una de las tantas manifestaciones populares que clamaban por justicia.

En julio de 2016, en ocasión de la entrega de los premios ESPYS otorgados por la cadena ESPN, LeBron James, Carmelo Anthony, Chris Paul y Dwyane Wade, vistiendo trajes oscuros, salieron al escenario, emitieron un contundente y emotivo mensaje contra la violencia racial e hicieron un llamamiento para terminar con la violencia armada ante el recrudecimiento de los enfrentamientos en las calles entre ciudadanos y policías en uno de los momentos más convulsionados de los últimos tiempos en el país. El mensaje, dirigido al resto de los deportistas y a la ciudadanía, instaba a todos a ser más activos a la hora de tender puentes en una sociedad fragmentada, en donde Anthony, en uno de los pasajes de su alocución, expresó que “el sistema estaba roto”.

Dentro de las grandes ligas todavía permanece fresco otro hecho por demás significativo y que ha tenido una amplísima repercusión mediática. Se produjo en agosto de 2016, cuando el mariscal de campo de los San Francisco 49ers Colin Kaepernick puso su rodilla en tierra al tiempo que sonaba el himno de Estados Unidos. Su protesta de no permanecer en pie durante la entonación del himno nacional tenía como objetivo “no mostrar orgullo por una bandera de un país que oprime a los negros”, según expresó el propio Kaepernick. Al día de hoy, la estrella de la NFL todavía no ha logrado ser contratado por ninguna franquicia de la Liga más importe del deporte norteamericano, y atrás han quedado su imagen utilizada en un spot publicitario por la firma Nike y las muestras de admiración de varios deportistas de elite y del ex presidente Obama.

Como si las imágenes del brutal asesinato de George Floyd en Minneapolis en mayo pasado todavía repicando en las retinas no fuesen suficientes, días atrás, el atropello policial volvió a conmocionar a todos, cuando un oficial le disparó siete veces por la espalda a Jacob Blake en Kenosha, Wisconsin. La muerte de Floyd, asfixiado por un policía blanco que se arrodilló sobre su cuello, generó el más profundo rechazo de la comunidad negra en Estados Unidos y en el mundo entero y derivó en un sinnúmero de protestas y revueltas en Minneapolis y en diferentes ciudades de otros países. Dentro de las múltiples movilizaciones que sucedieron al asesinato de Floyd, una de las personalidades más visibles en el reclamo de justicia fue Stephen Jackson, amigo íntimo de la víctima y ex jugador NBA de dilatada trayectoria y campeón con los San Antonio Spurs en 2003.

En tiempos en donde los enfrentamientos recrudecen, donde el supremacismo blanco se acentúa y la violencia policial parece no tener límites, los jugadores de la NBA y la Liga como organización, han decidido involucrarse definitivamente en un problema estructural que no ha podido ser resuelto hasta el presente y que cobra mayor magnitud con los continuos mensajes de odio que desde importantes sectores de la sociedad política y civil alientan a los grupos extremistas a un vandalismo tan salvaje como irracional contra los ciudadanos de raza negra.

La NBA como organización bajo el mando y la visión del ex Comisionado David Stern, fallecido en enero de este año, logró una transformación y explosión deportiva y cultural fantástica de la mano de la irrupción fulgurante de la figura de Michael Jordan sobre mediados de los años 80. Stern también buscó además de su estrategia de marketing, dotar a la Liga de un sentido de responsabilidad introduciendo el programa NBA Cares como elemento central de concientización y ayuda social a las comunidades. Hoy Adam Silver, su sucesor, intenta mantener el legado y la línea de conducción del Comisionado más influyente que haya tenido la Liga desde siempre.

El ataque criminal contra la vida de Blake quien recibió siete disparos por la espalda, fue el detonante final. LeBron está decidido cuán misión deportiva en cancha. Los jugadores de los Bucks tomaron la primera decisión boicoteando su juego ante Orlando. Giannis Antetokounmpo, líder de la franquicia de Milwaukee y una de las mega estrellas de la Liga, es hijo de un matrimonio de inmigrantes nigerianos que llegaron a Grecia en busca de un futuro mejor. Giannis y sus hermanos vendían relojes y lentes en las calles para ayudar a sus padres a sobrevivir. La posterior reacción en cadena del resto de los equipos con James como principal impulsor, fue suspender el resto de los juegos de playoffs y exigirle a los propietarios un mayor involucramiento. A sus 35 años, en su temporada número 17 y buscando devolverle a los Lakers la gloria perdida desde los tiempos de Kobe y cía., el Rey se posiciona y toma la bandera desde su pedestal indiscutido para tratar de generar el nada sencillo cambio social y cultural de erradicar el racismo y las discriminaciones en una nación donde sus gobernantes, republicanos o demócratas sin excepciones, no han contribuido a cambiar un flagelo que asola a Estados Unidos desde la abolición de la esclavitud hasta nuestros días.

Solo el tiempo dirá si LeBron y los referentes más importantes de la NBA son capaces de cambiar una realidad que pioneros como Ali, John Carlos, Kareem y Bill Russell entre otros, no pudieron desterrar.

Publicación original: 29/08/2020


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