No habrá sino recuerdos

Por Baltasar Aguilar Fleitas

Diciembre es un mes contradictorio: festejos por Navidad y porque se acaba el año, reencuentros, estrés consumista, fuegos artificiales y muy sonoros, choque de copas, notorias ausencias, risas y tristezas, reproches, agradecimientos, etc. 

Incluso hay quienes dicen (no me molesté en confirmarlo ni lo haré) que es el mes en el que se producen más rupturas de vínculos. Sea cierta o no, esa versión me da pie para presentar por medio del arte un acto humano singular, una escena que suele provocar mucho dolor y que presuntamente, como he dicho, se produce con más frecuencia en estos días. Se trata de la separación. De la separación de cuerpos, pero sobre todo de almas, que es lo que en definitiva más importa. Los cuerpos van y vienen, se distancian, se acercan, se horizontalizan, se cubren de roja pasión, se repudian, etc.; el lío lo tenemos con el alma.

El cuadro La despedida es una extraordinaria y singular representación de ese acontecimiento marcante en la vida de las personas.

La autora de esta obra es Remedios Varo, pintora surrealista española que vivió en México y que ya presentamos en esta serie.

Remedios Varo nació en 1908 y murió en 1963 a los 55 años de edad. Amiga de Leonora Carrington y Frida Kahlo es autora de cuadros donde mezcla elementos de la realidad, oníricos y fantásticos. 

En La despedida vemos a una pareja que se separa. Alrededor de una construcción laberíntica (como puede ser la sicologia de los representados), dos personas parten del mismo lugar y toman direcciones opuestas. Se ha producido la ruptura del vínculo, no quedarán más que recuerdos como decía Borges en unos versos al inicio de su vida como poeta:

“Entre mi amor y yo han de levantarse

trescientas noches como trescientas paredes

y el mar será una magia entre nosotros.

No habrá sino recuerdos.”

Sin embargo, como si nada fuera para siempre, como si esa ruptura fuera solo un transitorio adiós, las sombras de los personajes se resisten a separarse y quedan ahí, fijadas en un beso y no renuncian a prolongarse y seguir a los desunidos.

¿Son simples sombras? ¿O son las almas de los amantes que siguen atrapadas en ese vínculo? ¿O son las representaciones de los recuerdos que desde ese momento y para siempre en la vida seguirán ligando a estos dos personajes desde ese último gesto de amor? ¿O será la esperanza de un reencuentro que caminará desde ahora  junto a ellos como atenuadas sombras?

Todo transcurre en aparente calma y reserva. Hay un único testigo del suceso. ¿Lo ves? Quizás porque no sale de su asombro, nos mira a la cara. ¿Quién se hará cargo del testigo? ¿O quedará abandonado?

____________________________

La despedida

Remedios Varo 

1958

Óleo sobre lienzo

34 x 24 centímetros

Sin datos sobre su localización 

Publicada: 10/12/2024