No hay que angustiarse, es fácil
Por Baltasar Aguilar Fleitas
Ante una obra de arte abstracta tendemos a frustrarnos y desesperarnos. Hay allí líneas, colores, manchas, chorretes… y no tenemos idea de lo que todo eso significa. La pintura no contiene ninguna referencia al mundo real.
No hay motivo para inquietarse. Durante las décadas del 40 y 50 del siglo pasado surgió en USA un movimiento artístico llamado expresionismo abstracto. Su exponente más conocido es Jackson Pollok.
En estas obras no vemos formas, ni personas, ni animales, ni plantas… solo vemos lo que el artista hace derramando pintura con el pincel o con un recipiente agujereado mientras se mueve como poseído alrededor de la tela ubicada en el suelo.
La falta de figuración, o sea la abstracción, no es un mamarracho aunque lo parezca. Se llama expresionismo abstracto porque el autor ha liberado su inconsciente y ha dejado fluir espontáneamente sus emociones que se expresan a través de esa manera de pintar.
No hay que empecinarse en comprender el arte como si se tratara de resolver una ecuación. A veces se entiende y otras es mejor vivirlo. Si nos paramos con calma ante una obra de este tipo y sabemos cómo estos pintores intentaron expresar por allí su sentir, seguro que alguna vara interior se nos mueve.
La obra de arte de hoy es Número 1 de Jackson Pollock (1912-1956).
Un detalle final: Pollock le ponía números a las obras, no palabras, para no dar ninguna pista que nos facilitara una “interpretación “. Al respecto dijo: "...miren pasivamente y traten de recibir lo que la pintura les ofrece y no traigan temas ni ideas preconcebidas de lo que deberían estar buscando". La esposa de Pollock, a su vez, manifestó: "Solía darle nombres convencionales a sus pinturas... pero ahora tan solo las numeraba. Los números son neutrales. Hacen que las personas vean a la pintura por lo que es, pintura pura".
Así que despójense de la razón que no siempre es una buena compañera …y déjense llevar por lo que ven aunque no entiendan nada.
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