Prontos, listos, ya, de Inés Bortagaray
Actualizado: 9 ene 2023
Por Inés Nogueiras
Hay algo que es difícil de poner en palabras, algo del orden de la auténtica emoción, cuando nos encontramos ante una historia bien contada. Prontos, listos, ya no es una novela corta sobre un viaje en auto a la playa: es un viaje en auto a la playa.
Inés Bortagaray (Salto, 1975) nos hace subir al asiento de atrás de un auto en el que tenemos que apretarnos entre tres hermanos mientras los vemos pelear contra el aburrimiento y por las ventanillas. Al leer se sienten las migas entre las piernas y el pegote de jugo en las manos. El calor del encierro y el alivio de las paradas técnicas. El olor a vómito en el tapizado y el olor del aire de balneario que está cada vez más cerca.
También asistimos (gracias, literatura) a los pensamientos de la protagonista, una niña con la que compartimos el asiento a lo largo del relato. Con la que compartimos también la esperanza de llegar de una vez a destino, aunque eso implique bajarse del auto y despedirse de un hermoso libro.
