Señor Álvaro Delgado, ¿en qué quedamos?
Por Uruguaya Pedrense
El Secretario de la Presidencia fue citado hoy a declarar ante una fiscal penal por la corrupción descubierta en el entorno presidencial (nada menos que el jefe de la seguridad de Luis Lacalle Pou, al que éste "entregaba su familia", según dichos del propio primer mandatario en la conferencia de presa que dio la primera versión sobre su vínculo con Astesiano).
Pero cuando salió de la Fiscalía le dijo a la prensa que tenía dos o tres cosas para decir. Y fueron dos. La primera es que no podía contestar preguntas del periodismo porque era respetuoso del secreto de la investigación. La segunda cosa que hizo fue contar lo que declaró en esa investigación secreta. ¿En qué quedamos?
Me cayó patético cuando habló de “ese Astesiano”, como si se tratara de un desconocido suyo. Y fue peor más cuando miró de pesado a una periodista, como es su costumbre de machirulo, porque se animó a preguntarle (nunca contestó).
Yo nunca los quise en el poder, pero si el gobierno quiere volver a tener credibilidad debería dejar de mentir, reconocer lo que pasó en la Torre Ejecutiva, dar los nombres de los corruptos, decir qué es el “pescado congelado” y mostrar los chat de Lacalle y Delgado con "ese Astesiano".
