«Soy una tonta por quererte», de Camila Sosa Villada
Por Hugo Rodríguez
Cuando hace dos veranos encontré «Las Malas» en una librería de balneario, no imaginé estar comprando una de las más grandes novelas que leí en mi vida (y que se colocaría en el top five de las que más me impactaron).
Ahora le tocó a «Soy una tonta por quererte», una colección de cuentos tremendos (pero tremendos de verdad) que, entre la ficción y la realidad, nos sigue dando pistas (y piñazos) sobre la peripecia de la autora y el mundo trans.
Este nuevo libro arranca con un bellísmo relato que es, también, una suerte de coda, epílogo, bonus track o frutilla de la torta o como se lo quiera llamar, de «Las malas», como para que no nos olvidemos de qué trata la literatura de esta artista trasngénero, igualmente capaz de posteos algo disruptivos por Twitter, como de decir como nadie los poemas de amor de Idea Vilariño.
Si la prosa de Camila Sosa Villada no tiene un solo gramo de grasa, mucho menos tiene de escritura light. No escribe “cuerpo” cuando quiere decir “carne”, ni “trabajadoras sexuales” cuando refiere a “putas”.
Qué bueno encontrar artistas que no se colocan bajo el solcito de la corrección política facilonga y, simplemente, dicen lo que tienen que para decir. Y algunos, además, lo hacen muy bien. Es el caso de la autora de «Soy una tonta por quererte».
Tengo toda la impresión de estar ante una escritora importante.
