top of page
  • Foto del escritor25siete

Trihalometanos en agua potable

Por Danilo Ríos

Los trihalometanos (THM) son compuestos orgánicos volátiles que se forman durante la desinfección del agua, debido a la reacción del cloro con la materia orgánica.


Habitualmente no suelen detectarse en la salida de la planta de Aguas Corrientes, pero sí en la red de distribución de Montevideo, en especial durante los meses de verano, pues el tiempo de contacto (entre el agua y el cloro) y la temperatura son factores relevantes.


Los daños a la salud que se han estudiado que podrían ocasionar los THM son de carácter crónico. Esto significa que la ingesta continua de agua con concentraciones elevadas de THM durante períodos prolongados (20 a 30 años), o la exposición a través de otros métodos como la inhalación de vapores de agua y la absorción dérmica, aumenta la probabilidad de contraer determinadas enfermedades. El Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por su sigla en inglés), clasificó a los THM cloroformo y bromodiclorometano dentro del grupo 2B (posibles cancerígenos para humanos).


Regulación de THM en Uruguay

La norma de mayor jerarquía jurídica en nuestro país está alojada en el Decreto Bromatológico Nacional N° 375/2011, el cual adopta los Valores Máximos Permitidos (VMP) de THM dispuestos en la Norma Unit 833/2008 reimpresa en 2010, en cuyo apartado 5.4.3.1. se indican los VMP de cada THM y del índice de THM. Este índice, recomendado en las Guías para la Calidad del Agua Potable de la OMS, evalúa el efecto de los THM en su conjunto.


Los cuatro THM regulados por la norma son cloroformo, bromoformo, bromodiclorometano y dibromoclorometano, y sus VMPs son 150 (*), 100, 60 y 100 respectivamente (en microgramos/litro).


El índice de THM debe ser menor o igual a 1.


En general, los VMP de cada THM son menos restrictivos que el índice, por lo que las desviaciones a la disposición se dan principalmente debido a este parámetro.


La exposición puntual a concentraciones de THM superiores a los VMPs establecidos por la norma no debería generar efectos adversos. En esa dirección, la OMS recomienda no comprometer la efectividad de la desinfección con el propósito de controlar los THM, dado que los agentes biológicos (microorganismos) continúan siendo la principal causa de defunciones atribuibles al agua de bebida.


Se insiste en que los intentos por alcanzar los valores de referencia para los trihalometanos nunca deben impedir una desinfección adecuada. No obstante, dada la posible relación entre los resultados adversos para la función reproductora y los THM, especialmente los trihalometanos bromados, se recomienda que las concentraciones de THM en el agua de consumo humano se mantengan tan bajas como sea posible” (Guías para la Calidad del Agua Potable, OMS, 2018).


Situación actual

El aumento de la salinidad del agua introdujo una nueva variable, ya que el agua del Río de la Plata, además de cloruros y sodio, contiene bromuros, y estos iones favorecen la formación de THM.


La tasa de formación de THM es mayor en aguas que contienen bromuros. Debido a esto, se detectaron THM a la salida de la planta de Aguas Corrientes, lo cual no es habitual cuando el agua que se está potabilizando está exenta de bromuros (agua dulce superficial).


El exceso de bromuros puede conducir a que el bromoformo sea el principal componente de los THM, en sustitución del cloroformo.


El incremento de salinidad debido al predominio de agua del Río de la Plata en la mezcla de aguas que procesa la planta de Aguas Corrientes, está directamente relacionado con la aparición de bromoformo en concentraciones no usuales.


El proceso de potabilización que se lleva a cabo en Aguas Corrientes está diseñado para potabilizar agua dulce, no agua salada. Por lo tanto, el sodio, los cloruros y los bromuros, no son retenidos y aunque el descenso de la temperatura podría ser un factor favorable en esta época del año, es inevitable que se registren concentraciones elevadas de THM.


El incremento de la concentración de THM en la red de distribución de agua potable de Montevideo obedece a la presencia de bromuros en el agua que se potabiliza en Aguas Corrientes. Si bien la dosis de cloro que se aplica con fines de desinfección es una variable relevante, en este caso su adaptación a las condiciones microbiológicas actuales del agua, si la hubo, no fue el origen ni la principal causa del aumento de THM.


Asimismo, corresponde reiterar que el riesgo a la salud asociado al agua con niveles de THMs no admitidos por la norma, se produciría luego de una ingesta prolongada en años. Por lo tanto, es correcto afirmar que este evento en particular no afectaría por sí solo la salud de los consumidores, pero esto no habilita a clasificar al agua como segura ni a minimizar el incumplimiento de la norma. Este tipo de sucesos no debe evaluarse en forma aislada, independiente, descartando la posibilidad de que se repitan situaciones similares ni teniendo en cuenta los niveles de trihalometanos a que la población pudo estar expuesta en el pasado.


Los valores del índice de trihalometanos publicados por URSEA oscilan, del 27 de marzo al 7 de junio, entre un mínimo de 1,5 y un máximo de 5,1 a 5,8 (promedio 3,0). Ninguna de las muestras analizadas estuvo por debajo del VMP= 1.


También se superó en la mayoría de las muestras el VMP = 100 microgramos/litro correspondiente a bromoformo, con un máximo de 378 microgramos/litro registrado el 5 de junio.


Si bien, como se indicó, es habitual que en verano aumente la concentración de THM en el agua distribuida, los valores detectados en forma continua durante este evento son inusualmente elevados.

____________________________________________

(*) El VMP que sugiere la 4ta edición de las Guías para la Calidad del Agua Potable de la OMS (2011, 2022) es 300 microgramos/l, por lo que la norma uruguaya es más exigente.


Nota: extracto del documento Trihalometanos en agua potable.

Comments


bottom of page