«La ciudad de vapor», de Carlos Ruiz Zafón
Actualizado: 8 feb 2021
Por Inés Nogueiras
Hay escritores que nos hacen soñar, otros que nos perturban, otros que nos arrancan risas y otros que nos dejan al borde de las lágrimas o directamente desbordados. Hay escritores que nos hacen amar ciudades. Hay escritores que nos hacen amar los libros. Carlos Ruiz Zafón lograba todo eso. Quizás por ese motivo resulta un acto de injusticia poética que se haya muerto este 2020 a sus jóvenes 55 años.
Como buena letraherida podría decir que los escritores son inmortales y que su obra permanece y que, como el propio Ruiz Zafón nos enseñó con su tetralogía «El cementerio de los libros olvidados», las letras que nos marcaron nunca se pierden del todo. Y si bien eso es cierto, quienes amamos los libros y quienes nos dejamos contar mitos y verdades a través de ellos siempre vamos a querer un poco más.
Ese “poco más” de Ruiz Zafón se traduce en la reciente edición póstuma de «La ciudad de vapor», un libro que recopila todos sus cuentos, algunos de ellos inéditos. Un puñado de historias que nos lleva de nuevo a esa Barcelona gótica y misteriosa que el escritor amó hasta la obsesión. A una ciudad con una paleta de colores que alterna entre grises, negros y rojos, con inquietantes toques de reluciente blanco. Una ciudad de recovecos y formas imposibles, habitada por poetas malditos y seres desfachatadamente desgraciados, un universo de almas en pena y tratos con el diablo.
Quienes nunca hayan leído a este autor pueden acercarse a «La ciudad de vapor» sin problemas. No se necesita ser un experto zafoniano para deleitarse con estos relatos, que, además, pueden ser una invitación a sumergirse en el universo que se abre brillantemente con «La sombra del viento» y sigue con «El juego del ángel», «El prisionero del cielo» y «El laberinto de los espíritus».
Quienes conocimos y admiramos su obra tendremos, con este libro, esa mágica oportunidad de reencontrarnos con el autor y decirle: contame una historia más.
