La mano de Philip Morris y el tabaco calentado (cigarrillos electrónicos)
Actualizado: 1 jun 2022
Por Félix Rígoli
¿Quién escribió la resolución que autoriza la venta del tabaco calentado?
Uruguay, país pionero en el control del tabaco y valiente cuadrito celeste que le ganó la final en el Maracaná del CIADI (Washington) a la industria tabacalera, emitió en 2021 un Decreto ‘modelo’ permitiendo la venta de los cigarrillos de tabaco calentados electrónicamente. Es una resolución ‘modelo’ para la industria tabacalera, que la incluye en sus dossiers de argumentos para tratar de anular las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y a las autoridades de salud pública que piden evitar la entrada en el mercado de este tipo de cigarrillos.
Además de preguntarnos por qué Uruguay se pasó al bando de los países pro-tabaco en forma tan radical, conviene hacer la autopsia de este ataque a la salud:
La resolución del 23 de marzo de 2021 (en el peor momento de la pandemia) pasó relativamente desapercibida y es contraria a las políticas anteriores de no permitir nuevos productos de tabaco, especialmente cigarrillos electrónicos.
Los cigarrillos electrónicos son la punta de lanza para conquistar a los jóvenes para la adicción a la nicotina, y su introducción va en contra del Convenio Internacional que Uruguay firmó. Como si fuera poco este incumplimiento de un Convenio Internacional vinculante, la introducción al mercado no es recomendada por las autoridades sanitarias y la Organización Mundial de la Salud.
Recientemente, y gracias a un pedido de informes en el Parlamento y una minuciosa investigación de Fabián Werner, M.N. Rodriguez y A. Levin en Sudestada pudimos saber que el departamento de Enfermedades Crónicas del MSP no fue consultado ni se enteró del trámite, y que el Ministerio respondió al pedido de informes por intermedio del Departamento Jurídico-Notarial y no de sus áreas técnicas.
Como si fuera poco el ninguneo y lavado de manos, el MSP aclara que el Decreto precitado “fue sustanciado en la órbita de Presidencia de la Republica”, y que la respuesta del MSP va a ser parcial, o sea “yo no fui”.
Quizás el punto más interesante de este episodio es preguntarse quien escribió el Decreto precitado la fundamentación técnica del Decreto y quien redactó la explicación tardía al Parlamento. Los argumentos utilizados de tipo técnico son de la FDA (Estados Unidos) de la época de Trump, que, si bien están llenos de cautela, consideran que fumar cigarrillos de tabaco calentado es menos peligroso que fumar tabaco combustible, dejando constancia que los análisis son parciales y sólo se han hecho estudios cortos en laboratorio y no en personas, ni a largo plazo.
Como una pista más interesante, las referencias científicas utilizadas son las que las tabacaleras productoras de cigarrillos electrónicos de tabaco calentado (Philip Morris y BAT) utilizan en su portafolio de argumentos en la lucha insistente por conseguir autorizaciones en el mundo entero.
Por lo tanto: ¿Quien escribió la resolución que autoriza la venta del tabaco calentado? Cualquier perito calígrafo aficionado descubre que atrás de la letra del gobierno está la mano de Philip Morris.
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