25siete
La saga «Dos amigas» de Elena Ferrante
Por Inés Nogueiras
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Cuatro libros necesitó Elena Ferrante (Nápoles, 1943) para pintar la niñez, adolescencia y vida adulta de dos mujeres nacidas en la década del 50 en un barrio pobre napolitano.
A través de las novelas «La amiga estupenda», «Un mal nombre», «Las deudas del cuerpo» y «La niña perdida», la escritora italiana nos transporta a un escenario complejo y violento, en el que se desenvuelve una relación de amistad no exenta de las mismas violencias y complejidades. Porque el camino que a lo largo de las décadas une y desune las biografías de Lenú y Lila es tan conflictivo y está tan cargado de tensiones que cualquier lector podría atribuir el nombre de la saga a un error de traducción.
Pero esa es quizás la mayor riqueza de estos cuatro libros: la construcción de un vínculo cuestionable, profundo, a la vez cómplice y traidor. Auténtico, en definitiva. Y no es que Ferrante necesitó los cuatro libros para conseguir semejante pureza. Ya desde las primeras páginas del primer libro, que marcan un principio y también un final, se siente que la historia será enredada y fascinante. Como la vida misma.
«Y su vida asoma sin cesar a la mía, en las palabras que he pronunciado, en cuyo interior hay a menudo un eco de las suyas, en ese gesto decidido que es una readaptación de un gesto suyo, en ese de menos mío que lo es a causa de un de más suyo, en ese de más mío que es la interpretación forzada de un de menos suyo».